Es una técnica que nace en Japón y consiste en Tejer pequeños muñecos a crochet. Se convierten en un tierno regalo para alguien especial o para uno mismo, principalmente para bebés y niños.
Una característica que los identifica es su diseño bonito, adorable y muy tierno.
Según la tradición japonesa, cada amigurumi posee un alma, él cual nos acompaña y es nuestro amigo y confidente de por vida, nos protege y consuela cuando nos sentimos tristes o confundidos.
Por lo general, se tejen usando lana o hilo de algodón. Estos materiales varían en grosor, color, textura y composición, que van desde 100% lana de oveja a la utilización de fibras sintéticas como el acrílico y el spandex en distintos porcentajes.
Cada uno de nuestros amigos tejidos están hechos de forma artesanal, cuidando cada detalle. Se usan agujas de crochet o ganchillo. El tamaño de la aguja depende de la lana que se use. Lo ideal es que el tejido quede lo suficientemente ajustado para que el relleno no se vea y lo bastante holgado como para que el amigurumi quede suave y siga manteniendo su forma característica de peluche. Esta habilidad se va adquiriendo a través de la experiencia de hacer los muñecos, por eso lo consideramos un arte tejido.
Para el relleno, se usa vellón o fibra siliconada (algodón sintético) como la que lleva cualquier peluche.
Toman forma principalmente de animales como ositos, conejitos, gatitos, o perritos, pero también adquieren otras formas como comidas, plantas, personajes e incluso accesorios como bolsas y bisutería.
Ponemos entusiasmo, pasión y sobre todo mucho amor en cada creación para que sean trabajos únicos y de primera calidad.
Esperamos que les gusten y puedan tenernos como contacto para futuros trabajos, considerando que cosas maravillosas pueden suceder cuando se unen nuestras manos, aguja, hilados, tiempo y pasión por el tejido.
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